Es una pregunta simple y a la vez complicada. Como en cualquier otra industria, hay una necesidad eventual de evolución. Sin embargo, como la minería es tan especializada, ¿Las fuerzas de cambio que han afectado a tantas otras industrias, han repercutido en la nuestra?
La minería ciertamente está evolucionando. La innovación, la mejora y el cambio de expectativas están impulsando la evolución. Y mientras que DMC se centra fundamentalmente en la excelencia en las operaciones y la seguridad, estamos trabajando para ser parte de este cambio. Durante nuestros 40 años en el negocio, hemos observado tendencias hacia el aumento de la automatización, la mecanización, el cambiante rol de los trabajadores de la mina, la mejora de las normas de seguridad y el acceso a yacimientos más profundos.
Estas tendencias se derivan de desarrollos positivos en la industria. Por ejemplo, estadísticas de seguridad que habrían sido aceptables hace 30 años se consideran ahora impensables, lo que ha creado un impulso para la evolución hacia metodologías diferentes y prácticas de trabajo más seguras. Avances tecnológicos han hecho más factible el aumento de la automatización y la mecanización. Además, la industria ha invertido en el desarrollo de sus capacidades para la minería de profundidad.
El retiro del personal minero del frente de avance es un proceso que ha estado en curso durante muchos años, y está haciendo evolucionar el rol del minero. Antes se equipaba a los trabajadores con herramientas de mano y se les enviaba a trabajar en el frente, pero ahora estas funciones se están volviendo más técnicas a medida que se aplica equipo cada vez más mecanizado.
Nuestro trabajo con el Shaft Boring Roadheader es prueba de ello. La excavación de piques suele utilizar métodos convencionales de perforación y tronadura, pero con nuevos métodos como el SBR, todo el personal trabaja por encima del frente de avance y se mantiene fuera de peligro. Como cualquier frente de trabajo puede ser impredecible, esta tendencia se hace eco de otra: mejorar la seguridad en el lugar de trabajo.
Con el cambio del rol del minero y la mejora de la tecnología, la mecanización del proceso de excavación es un área obvia de mejora. Nuestra experiencia práctica con la tecnología SBR es un ejemplo de la mecanización moderna de procesos mineros. La excavación mecanizada tiene muchas ventajas con respecto a los métodos de perforación y tronadura, principalmente porque es más segura, causa menos perturbaciones en las formaciones circundantes, permite avances continuos y mantiene al personal alejado del frente de trabajo. Lejos de ser únicos en la excavación de piques, también se están explorando procesos de excavación mecanizada para el desarrollo lateral.
La tendencia de automatizar procesos y aplicar datos para optimizarlos no se ha saltado el sector minero. La automatización y la tecnología de datos se están implementando tanto de manera grande como pequeña. Un cambio importante está en la ventilación, uno de los aspectos más críticos de cualquier operación minera subterránea. Existe una tendencia creciente hacia el monitoreo automático de la calidad del aire, monitoreo que solían realizar los trabajadores que bajaban a la mina para evaluar las condiciones de primera mano. Redes de sensores automatizados garantizarán que el proceso sea mucho más seguro, y también darán a los operadores de minas una visibilidad mejorada, más oportuna y más centralizada.
En la búsqueda de yacimientos minerales rentables, la minería ha buscado más profundamente que nunca antes, lo que trae consigo una serie de desafíos que están impulsando la evolución. Cuanto más profunda es una mina, más importante es el manejo de la temperatura y la ventilación. La ventilación optimizada en particular es tremendamente importante porque la densidad del aire aumenta con la profundidad, lo que significa que se pierde flujo de aire debido a la densidad, y se genera un exceso de calor a medida que se pierde la eficiencia. Esto crea un incentivo para maximizar el potencial de ventilación por medios mejorados.
Uno de los mayores cambios positivos es la transición de flotas de vehículos diésel a vehículos eléctricos en minas súper profundas. Con los costos y desafíos de la ventilación, los motores de combustión interna son menos viables. Los vehículos eléctricos no crean emisiones y no requieren oxígeno para funcionar, lo que disminuye en gran medida las demandas sobre los sistemas de ventilación. En muchos casos, los vehículos eléctricos son también más potentes que los equipos diésel y generan menos calor. Y con la creciente importancia de la gestión del calor en la minería a gran profundidad, la reducción del calor es crucial para garantizar condiciones de trabajo viables.
Todas las industrias necesitan evolucionar, y la industria minera no es diferente. Creemos que nuestra industria está llena de ideas innovadoras y de mejoras continuas, y en DMC buscamos procesos y nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia, la seguridad y la rentabilidad general de los proyectos de nuestros clientes.
El negocio de la minería es cada vez más complejo y exige metodologías, enfoques y equipos más complejos. Las mismas revoluciones en tecnología de la información que están cambiando la vida en la superficie tienen también muchas aplicaciones bajo la superficie. Ser parte de la evolución ayudando a desarrollar el SBR es un papel del que estamos muy orgullosos, y esperamos con entusiasmo ver cómo evolucionan estas tendencias.