Una de las cosas más importantes que un CEO puede hacer es crear una cultura corporativa que garantice a sus empleados seguridad psicológica, un entorno en el que cualquier persona se sienta cómoda teniendo su idea, y compartiendo esa idea con el supervisor inmediato o incluso con el CEO.

Cuando todos se sienten unidos en una organización contribuyendo a su desarrollo, la empresa y las personas que la forman están inspiradas, comprometidas, activas y enfocadas en crecimiento y servicio al cliente.

Cuando la gente se siente escuchada e involucrada, mejora la moral, y el negocio prospera.

Una Cultura Abierta

Para crear una cultura saludable y abierta se requiere el esfuerzo de la dirección para apoyar e inspirar a toda la organización. Aquí son las tres claves para hacerlo:

• Crear una cultura abierta, dedicando tiempo a la gente, creando la transparencia y apoyando el debate. La sinceridad y la accesibilidad como prioridades crean las condiciones para una comunicación saludable en todos los niveles de la empresa, mejora la moral, y todo esto hace que la empresa sea más fuerte y con más recursos.
• Apoyar conversaciones personales que permitan romper barreras entre personas y departamentos. Incluyendo reuniones estructuradas y no estructuradas. Es más probable que las personas sean honestas y comparten sus pensamientos en un entorno uno a uno, que, a través de reuniones, llamadas o correos electrónicos.
• Promover un debate saludable y respetuoso ante la toma de decisiones, y respetar la decisión después de que se haya tomado. Dejar saber que el debate ha terminado una vez que se tomó la decisión.

Un Liderazgo Impactante

Creando una cultura donde se valoran la comunicación y el debate no es mi única prioridad como líder. Las tres ideas que guían mi dirección son: crear con los mejores, seguir los valores fundamentales y actuar honestamente:

• Crear con las mejores personas. Para ser competitivos, los líderes y sus organizaciones necesitan atraer y cuidar a su gente más talentosa. Es una inversión por ambas partes. Los gerentes deben saber tomar la decisión sobre cuál es la mejor posición para los empleados desde la perspectiva de su contribución.
• Seguir los valores fundamentales de su organización. Cuando estos valores determinan sus decisiones, actuar con transparencia se valora tanto por los clientes como por los empleados. Los directivos que declaran y contradicen sus valores no inspiran confianza en los empleados o los clientes.
• Actuar de buena fe. Asegurar a todos que su palabra de líder es de confianza y representa la voz de organización. Si sacrificas tus valores fundamentales una vez, tú y la organización saben que no sirven para nada.

Vale la pena señalar que los líderes no pueden ser demasiado ideológicos en los negocios. A veces llegar a un acuerdo es necesario con ciertos clientes o situaciones. Los directivos pueden llegar a un acuerdo sin sacrificar su honestidad. Según mi experiencia, en el curso de negociaciones intensas, puede ser muy útil llegar a un acuerdo sobre cuestiones pequeñas para llegar a un consenso sobre cuestiones más complejas.

Construir el Camino Hacia el Éxito

Cuando los directivos se hacen disponibles, eso sirve como un ejemplo positivo para toda su organización. Cuando los directivos encuentran tiempo para el debate, sus organizaciones toman mejores decisiones y los empleados tienen la oportunidad de compartir sus ideas. Una cultura abierta abraza, inspira y une, llevando a todos hacia el proceso de desarrollo más profundo.

Al crear una cultura abierta, los líderes generan un momentum que les permite centrarse en la construcción de sus organizaciones y dirigirlos hacia un mayor éxito. A su vez, los directivos que actúan de buena fe y se guían por los valores fundamentales permiten a sus organizaciones enfocarse en la entrega de valores, el logro de los objetivos, y un crecimiento continuo.